El movimiento republicano
En los primeros meses de la Guerra Civil, el Estado republicano mantuvo el Gobierno. Paralelamente, la revolución social se adueñó de buena parte del territorio.
Revolución y desintegración del poder republicano
Tras la distribución de armas entre las organizaciones populares, se desencadenó un proceso revolucionario espontáneo en esta zona. La dispersión organizativa y la ausencia de un mando único dificultaron las operaciones militares, este poder popular estuvo distribuido por la CNT-FAI, como en Cataluña. En otras, por socialistas o comunistas. En todas partes estas organizaciones dirigieron el esfuerzo bélico a través de milicias armadas y organizaron la vida ciudadana en la retaguardia.
Se encargaron de dirigir la represión de los sospechosos, efectuaron detenciones, registros y llevaron a cabo ejecuciones. Se desató el anticlericalismo. Al mismo tiempo, se llevo a cabo una revolucion socioeconomica, esto se plasmo en la ocupación y el reparto de tierras y la confiscación de industrias. Se pusieron en marcha experiencias de comunismo libertario que afectaron a la producción, la distribución y el consumo. En la industria y los servicios mas importantes del país, las colectivizaciones. Y ante la necesidad que tenia el Gobierno de controlar los recursos económicos, se dictaron normas y el Gobierno intervino directamente en industrias estratégicas.
Intentos de reorganización del poder
Desacuerdo con el proceso revolucionario y bélico, el Gobierno de Giral, se creó otra coalición presidido por el socialista Francisco Largo Caballero y formado por comunistas, republicanos, regionalistas y por la CNT. Se suprimieron o recortaron los poderes y organismos revolucionarios y se crearon los consejos provinciales y municipales. En el plano militar, se reorganizó el Estado Mayor del Ejercitó y se unificaron las milicias. a pesar de estos esfuerzos, las diferencias entre las distintas tendencias afloraron pronto en el seno del Gobierno. De hecho, había dos concepciones divergentes sobre el proceso revolucionario. Comunistas, socialistas, republicanos y regionalistas querian ganar primero la guerra y postergar la revolución. En cambio, La CNT-FAI, los primeros comunistas disidentes del POUM y los seguidores de Largo Caballero pretendían simultanear guerra y revolución.
Estas divergencias dieron lugar a múltiples conflictos entre anarquistas y comunistas por el control del orden y culminaron con un enfrentamiento armado en Barcelona.
Como consecuencia de estos sucesos en Barcelona, cayó el gobierno de Largo Caballero y se consolidaron las posiciones de los comunistas en el Estado republicano.
La reconstrucción del Estado republicano
En mayo de 1937 el socialista Juan Negrín formó un gobierno de concentración se apoyo en el Partido Comunista fortalecido por la ayuda soviética a la República.
El Ejército Popular se hizo realidad y se lo dotó de jefes militares de prestigio como Enrique y Vicente Rojo.
El Gobierno presentó el programa de los 13 puntos que contenía las bases para finalizar la guerra y los principios políticos que debían regir la República en el futuro.
El fracaso de este ejército provocó una crisis en el gobierno pero Negrín apoyado en los comunistas propugnó una política de resistencia.
Reconstruye la autoridad del Estado y centralizó los recursos y esfuerzos para ganar la guerra se paralizaron las colectivizaciones se nacionalizó la economía se cree una industria de guerra y se militariza Aaron las principales empresas.
En la retaguardia los desastres del frente y la prolongación de la guerra provocar una situación desesperada.
La inflación la disminución de la producción la escasez y el encarecimiento de las subsistencias el racionamiento y la aparición del mercado negro.
Las críticas contra Negrín arrecife Aaron tanto el presidente Azaña como los socialistas los anarquistas y los regionalistas se opusieron a la excesiva concentración y centralización del poder y empezaron entonces inclinarse por la finalización de la Guerra.
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